Este post lo quiero dedicar como recuerdo de la gran noche que vivimos los Alzamora Gutierrez este año con motivo de la Cabalgata de Reyes de Sevilla 2017, ya que sin duda fue una noche para no olvidar…
Como cada 5 de enero, primeramente quedo con mis amigos del barrio para ver la Cabalgata de Reyes en la zona de la Macarena, donde la vivo de una forma un poco más asalvajada y dejándome la piel para atrapar cada uno de los caramelos que se lanzan desde las carrozas, para después, unas horas más tarde quedar con toda la familia Alzamora al completo que se reune para la ocasión, normalmente en torno a la calle Feria.
Pues bien, este año el ritual se llevó a cabo milimétricamente, pero a diferencia de otros años… Primero: la cabalgata fue muy bonita (cumplía 100 años y se ve que por fin el Ateneo no se encomendó únicamente a lo festivo de los beduinos y las marchas tocando el Paquito el Chocolatero, y segundo: los Alzamora Gutierrez nos salimos del guión una vez vimos la cabalgata en la calle Feria y pasamos una noche estupenda patinando sobre hielo, cenando en el Salvador y ultimando los regalos de Reyes delante de todos en la mismísima puerta de la FNAC.
Os comparto la retahila de fotos que hice para la ocasión comentando cada mágico momento (perdonad la calidad pero entre el movimiento, que mi móvil está dando los últimos coletazos de vida y la emoción, no es que sea el mejor trabajo de Adriana Alzamora como reportera gráfica…), puesto que quiero que esta noche en familia quede para siempre para el recuerdo:
Esperando con los amigos en las Murallas de la Macarena. Un lugar precioso que no luce tanto durante el resto del año y que sin embargo enamora como otros tantos rincones de mi Sevilla.
El paso de la primera carroza de los Reyes: Melchor
La iluminación de las carrozas es algo que nos sorprendió mucho a todos los amigos, ya que todos los años nos quejamos de lo cutre que son las carrozas para ser una ciudad grandecita como Sevilla y de lo poco que invierte el Ateneo… pero este año parece que la situación ha mejorado y un detalle tan insignificante como iluminar la carroza ha resultado muy exitoso.
Como siempre hay excepciones… Pobres de los niños de la carroza del Metrocentro, que más fea no podía ser…
Para mi, la carroza más bonita sin duda es esta de los molinillos de viento. Quizás es la Adriana Alzamora más aniñada la que habla, pero al fin y al cabo la Cabalgata se hace para los niños… aunque los mayores también la disfrutemos (y mucho)
Lástima de la grúa de fondo que me estropeó muchas de las fotos… ¡Malaje de quién la pusiera!
El precioso cielo al atardecer, la iluminación de las murallas y la de las propias carrozas creó un ambiente mágico, que sólo se rompía por los caramelazos que recibimos y que nos propinamos el Adriana Team
Cuando hice esta foto pretendía que quedara como una carroza iluminada por la hermosa luna sevillana de fondo, pero creo que es el foco de la grúa.
… Aunque desde esta perspectiva confunde mucho.
Tras los encuentros con los amigos en las murallas de la Macarena, tocaba juntarse con los Alzamora Gutierrez casi al final de la calle Feria.
Con la family pude comentar que esta fue mi carroza favorita, aunque ninguno de los Alzamora pensara lo mismo. Eso si, todos de acuerdo de lo fea que era la del Metrocentro.
Ya entrada la noche, lo que tanto me sorprendió de la iluminación de las carrozas me empezó a cansar y a parecerme todas iguales…
¡Mira!, ¡en esa peluquería pregunté para hacer las prácticas! ¡Y mientras tanto pasando mi carroza favorita!… Eso es una señal clarisísima del cielo :p
Tras la cabalgata, el equipo A.A.G. nos salimos del guión y nos pusimos a patinar en la Plaza de San Francisco, que por cierto me quedó preciosa con la Giralda de fondo… Esta vez sí el móvil se comportó.
Nunca me cansaré de mirar la Avenida de la Constitución…
Y aquí con mi edificio favoritísimo: el de la Adriática, que espero que se llame así por ser predestinado para que Adriana Alzamora viva en su ático.
… O al menos que el Adriana Alzamora Beauty Shop se localice en sus bajos…
Me cuesta despedirme de la imagen de la Avenida de la Constitución tan bien iluminada…
Y finalmente el edificio de la FNAC, donde con total impunidad y descaro, los Alzamora Gutierrez nos compramos los regalos de Reyes que nos entregamos allí mismo, y que ninguno había comprado antes salgo algún detallito que no faltó a la mañana siguiente (no, no cayó el móvil que tanto necesito 🙁 )
Y con esto y un bizcocho… aquí queda para el recuerdo la noche más mágica del año. Espero que la hayáis disfrutando al menos tanto como los Alzamora este año.
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