Después de la vorágine del día de Andalucía, donde no faltó la visita al parque del Alamillo para hacer una barbacoa y disfrutar de los eventos y conciertos, toca hacer repaso de lo que fue mi carnaval en esa maravillosa ciudad que es Cádiz y sus gentes… y la verdad es que mejor no podía haber salido el plan.
Todo empezó el viernes, cuando las Alzamora girls comenzamos ya desde casa a pensar en cómo peinarnos y vestirnos para convertirnos en esas diosas que irían a la conquista de Roma, Cádiz y lo que se les pusiera por delante. Así, hasta mi madre se apuntó a la fiesta de rebuscar y rebuscar por la casa objetos para el disfraz. Y tras el revuelto de trastos quedé a la tarde con mis amigas para ir al centro en busca de aquello que no hubiesemos encontrado por casa. Y la verdad que buena falta nos hizo, porque la solución improvisada de cortina blanca y cordón dorado más que diosas daba el aspecto de saco de patatas…
Asi fue como dí con «el disfraz»: un precioso conjunto de minifalda a lo diosa carnal con su tocado de laurel, su cinturón que si bien no era dorado, era de cuero precioso (que ya lo reutilizaré para otra ocasión) y con todos los detalles que hacían de un disfraz, un auténtico espectáculo.
Vale que si que es verdad que la versión pierna al aire sobraba, pero mira que leches… bien que me sentaba. Eso sí, medias mediante, porque Cádiz será muy cálida y acogedora, pero nadie nos quita que estuvieramos en pleno febrero.
Total, que a la noche del viernes ya teníamos todo lo necesario para ir divinas como diosas romanas a Cádiz al día siguiente… por lo que solo nos quedaba concretar la hora para el día siguiente arreglarnos del todo y por supuesto peinarnos. A todo esto, Cris que es muy espabilada con estos temas de la moda y el petardeo, se acordó de unas fotos de Kylie Minogue que iba más o menos como nosotras disfrazada, y es así como dimos con el look definitivo, gracias a la autraliana.
Total, que el viernes nos los pasamos toda la noche viendo vídeos de la diva australiana y fijándonos en modelitos, peinados y accesorios para el sábado darlo todo en Cádiz… y tanto que lo dimos…
Ya bien temprano, a eso de las 10 (que no es que fuera un madrugón, pero bueno, teniendo en cuenta la noche larga que nos esperaba y que hasta las 6 – 8 de la tarde no había previsto salir rumbo a la «Tacita de Plata», pues si, era un madrugón), se presentaron las 4 pinomontañeras en casa de los Alzamora Gutierrez para que comenzáramos con todo el ajetreo de peinarnos y salir de allí si no disfrazadas, ya con el estilismo encaminado.
Aprovechando que nos empapamos de la videografía de Kylie la noche anterior, cada una llevó un estilo propio de cada etapa de la australiana, que no es que la gente se fuera a dar cuenta, pero nos pareció divertido y un buen tema de conversación para quienes se interesara lo más mínimo en nuestro look.
Es así como Ana iba de inspiración ondulada como la de la imagen:
Carmen de un rollo más pelo liso
Cris a lo recogido
Y las restantes como las primeras fotos… todo muy muy currado.
Total, que salimos de aquí a eso de las 5 rumbo a Cádiz, pero nada más llegar a Santa Justa llamada de socorro a mis padres… Aquello no es que fuera tercermundista, es que parecía una película de Paco Martinez Soria en versión yonki: vagones y vagones llenos de gente cargada hasta los topes de alcohol y todos empujando pidiendo hueco… Que digo yo que ya podrían poner más trenes sabiendo que esto pasa cada año, que para la feria bien que la RENFE se preocupa porque no quede madrileño sin coger el AVE (y cobrarles lo que les cobra…).
A eso que se nos plantearon dos opciones: o darnos media vuelta y plantear la fiesta en la Alameda, o llamar a nuestros padres y que vinieran al auxilio… Pero allí no nos metíamos que ya conocíamos como funciona: hora y media / dos horas de auténtico agobio, cubatas volando por encima de nuestras cabezas y hielos derritiéndose por los suelos… ¡Un asco que como diosas romanas no ibamos a permitir!
Total, que como os comentaba, papa Alzamora iba a pasar el finde a Sanlúcar de Barrameda, así que muy a su pesar tuvo que aguantar a tres petardas detrás a cambio de que nos olvidáramos de meter el hielo dentro del coche.
Las otras dos si os digo la verdad no se como se las aviaron, la cosa es que a eso de las 10 ya estábamos en Cádiz y dispuestas a darlo todo… Y lo dimos, lo dimos…
Pues nada, en resumen, ¡que viva Cádiz y los padres que nos parieron!
Trackbacks/Pingbacks