… Y no sólo porque haga calor y porque muchos hayan huido a Matalascañas, sino en todos los sentidos.
Vale que el agosto en Sevilla no es lo más recomendable, vale que es temporada baja pero… ¿Tan conformistas somos como para abandonar toda oportunidad de dinamismo en la ciudad aceptando que no se puede estar en la calle?, ¿qué pasa con los que no pueden irse de vacaciones y se quedan durante estos meses?, ¿puede una ciudad cercana al millón de habitantes abandonarse de esa forma?
No se, soy la primera que rie cuando ve los termómetros con 50º en Facebook y en las noticias, pero digo yo que algo se podría hacer para dinamizar la ciudad en estos meses…
Da gusto ofertas como la de los jardines del Alcázar, que aprovecha un rincón donde se está maravillosamente bien en verano y a horas más que agradables para poder disfrutar de la ciudad… Y así está: con lleno absoluto noche tras noche y sin poder dar la oportunidad a tantos sevillanos que buscan ansiosos planes más allá que los de tomar la fresca.
Así está también el parque del Alamillo, el gran oasis de la ciudad donde huimos los que quedamos (aunque no por mucho tiempo por mi parte, que en una semana… ¡Adriana Alzamora a Roma!), así está de repleto, que hay más ambiente aquí que en pleno centro…
Aunque de todo esto hay una cosa que supone un placer… (si se tiene cuidado…), y no es otra cosa que pasear en bicicleta a media tarde… cuando la cale es toda tuya y buscar sitios de sombra o como el parque de Maria Luisa, todo para ti solo…
Eso si, en este último caso también hay que tener cuidado con los canis, que toman la ciudad como si fuera el Salvaje Oeste y sólo ellos deambulan como cuatreros…
Total, los planes de este año de no ir a Matalascañas para sacarme un dinerito creo que los anulo… en cuanto vuelva de Roma, ¡a la playa de cabeza!
Lo que sí que me gustaría que Sevilla aprendiera de otras ciudades menos veraniegas que, como Madrid, ofrece alternativas para los que quedan y para los que visitan la ciudad en tan arriesgada odisea de enfrentarse a las altas temperaturas… Ahora que tenemos el Caixafórum… ¿No sería maravilloso un cine de verano en su cubierta?
En fin, lo dicho… en la próxima entrada ya os detallaré que tal mi viaje por Roma (y que tal Juego de Tronos :p), mientras tanto, ¡Felices vacaciones para todos!
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